“Lo más valioso que aprendí del NoBI, es ver que la investigación que hacemos en el laboratorio puede realmente llegar a las manos de un paciente. Participar en este curso nos entrena para cambiar nuestra visión. Por lo general, los científicos no estamos capacitados para ser innovadores, ni comercializadores. NoBI te ofrece una visión amplia, posibilidades de networking, de interactuar con instructores y conocer gente que se dedica a la comercialización. En la innovación, comercialización y en hacer los sueños realidad, no puedes trabajar solo”.
Lo anterior lo comentó la Dra. Patricia Juárez Camacho, investigadora del Departamento de Innovación Biomédica del CICESE, quien formó parte del equipo que representó a este centro en la edición 2019 del NoBI-Noroeste.
El equipo fue conformado por la Dra. Juárez, como líder investigador, la estudiante del posgrado en Nanociencias, Claudia Alcira Espinoza, como joven emprendedora y la MA Elizabeth Rubí Cham, gestora de tecnología de la Dirección de Impulso a la Innovación y el Desarrollo (DIID) del CICESE, como mentora de negocios.
Los NoBIs son una iniciativa del CONACYT en alianza con la National Science Foundation (NSF) de Estados Unidos, para capacitar a grupos de investigadores y emprendedores en la exploración de mercados para comercializar tecnologías desarrolladas en instituciones de educación superior, así como en centros públicos de investigación (CPI) de México.
“En esta edición el CICESE no solamente participó con propuestas. Ahora formamos parte de la red y colaboramos como organizadores evaluando proyectos. Este año se recibieron más de 40 propuestas, de las cuales 24 fueron seleccionadas. Nosotros, como CICESE, enviamos dos y nos aceptaron una”, explicó la MA Elizabeth Rubí Cham.
El proyecto seleccionado para participar en el NoBI-Noroeste fue “Diagnóstico específico de cáncer de mama basado en nanopartículas luminiscentes”.
Este proyecto surge de una colaboración entre investigadores del CICESE, liderados por la Dra. Patricia Juárez, y el Dr. Gustavo Hirata académico del Centro de Nanociencias y Nanotecnología (CNyN) de la UNAM.
“En mi laboratorio en el Departamento de Innovación Biomédica tenemos diferentes líneas de investigación, uno de los proyectos más avanzados en la línea de diagnóstico y tratamiento del cáncer, era el de diagnóstico de cáncer utilizando nanopartículas luminiscentes. Sin embargo, la investigación estaba a nivel básico y preclínico, y no sabíamos si estaba listo para entrar al NoBI ya que nos pedían un proyecto en una fase de desarrollo avanzado y con potencial de comercialización. Cuando escogieron nuestro proyecto nos sentimos muy orgullosos ya que hablaba de la importancia y alcances de nuestra investigación. Al terminar el curso, me di cuenta de las posibilidades que tenemos de llevarlo al siguiente nivel y lo más importante es que vimos que se puede convertir en una realidad”, comentó la Dra. Patricia Juárez.
Del laboratorio a la calle…
Durante las siete semanas de entrenamiento, presencial y en línea, los participantes del NoBI-Noroeste realizaron más de 100 entrevistas a posibles clientes para validar la tecnología.
La metodología que utilizan en los nodos binacionales –explicó Elizabeth Rubí Cham- es muy útil, ya que te obliga a salir del laboratorio.
“Las primeras semanas realizábamos entre 10 a 12 entrevistas. Nos dimos cuenta de dos cosas, que debíamos hacer más entrevistas y que nuestra área de posibles clientes está en Ciudad Obregón, Sonora. Esto porque en una institución pública de salud, si no te pueden dar tratamiento en Tijuana o Ensenada, te derivan a Cd. Obregón. Entonces, Claudia, que es de Sonora, se fue para allá y terminamos exitosamente con 140 entrevistas”, explicó Cham.
Claudia Alcira, la joven emprendedora, viajó a Ciudad Obregón para continuar con las entrevistas a médicos generales, radiólogos y oncólogos.
“Lo que hicimos fue salir del laboratorio y ver qué sucede con el médico y en qué etapa podría utilizar nuestra tecnología. A la hora de hacer las entrevistas nos dimos cuenta que uno de los problemas más frecuentes que retrasan el tratamiento del cáncer y contribuyen al avance de la enfermedad son los falsos positivos y falsos negativos. Aunque algunos de los médicos nos decían que no había incidencia de ello. Con nuestra tecnología podemos eliminar los falsos negativos, debido a que las nanopartículas, al viajar por el torrente sanguíneo, se incorporan a la célula de cáncer de mama desde un tamaño aproximado de 50 micrómetros haciendo más precisa la detección. Estas nanopartículas en combinación con una mastografía, podrían ser la combinación perfecta para poder observar el cáncer desde un inicio”, explicó Claudia Alcira.
En Ensenada –agregó Claudia Alcira- tuvieron la oportunidad de entrevistar a pacientes y a mujeres sobrevivientes de cáncer de mama. La experiencia de poder tener este acercamiento fue muy significativa para todas las participantes.
La Dra. Patricia Juárez comentó que el estar frente a un paciente significa una gran responsabilidad, ya que no se puede crear falsas expectativas en los pacientes. Tenemos que ser concientes del alcance y las limitaciones de la tecnología.
“Cuando entrevistamos a pacientes con cáncer de mama fue una sorpresa. Siempre pensamos que en México no se valora la figura del científico, porque casi nadie sabe lo que hacemos y se nos ve como un grupo privilegiado. La sorpresa fue ver su agradecimiento y disposición. Nosotros les comentábamos que la investigación es un proceso lento y progresivo y que lamentábamos mucho no tener resultados más pronto. Ellas nos dijeron que entendían que era un proceso y que no nos preocupáramos que si no era para ellas, será para las que vienen después”, compartió la Dra. Patricia Juárez.
Por su parte, Claudia Alcira agregó: “muchas veces nosotros estamos en el laboratorio haciendo experimentos y nos sentimos orgullosos de que todo va bien y que tal vez, algún día, nuestra tecnología pueda llegar a un público. Pero el salir y hablar con ese posible usuario, te da motivación para regresar al laboratorio y hacerlo con más ganas. A veces los temas de nanociencias pueden sonar muy ambiciosos o fantasiosos, pero esas ideas locas pueden ser realidad”.
Claudia, Elizabeth y Patricia se muestran satisfechas con su desenvolvimiento durante el NoBI-Noroeste. El haber participado en este curso –indicaron- deja muchas enseñanzas. Sobre todo, herramientas para utilizarlas en otros proyectos.
Otro aprendizaje fue el pensar más allá del artículo científico; buscar la aplicación de la investigación más allá del laboratorio y buscar otras fuentes de financiamiento. A lo que la Dra. Patricia Juárez agregó que “en México hay una falta de formación y cultura de transformar la investigación académica en un producto terminado. Sin embargo, sin investigación básica de calidad no se puede hacer investigación aplicada, de ahí lo importante de apoyar a ambos tipos de investigación”.
De igual manera es extremadamente importante trabajar en equipos multidisciplinarios para aprovechar al máximo las capacidades de cada miembro y desarrollar la investigación. Sin duda, indicó, participar en los nodos binacionales de innovación es una experiencia de ganar-ganar.
El NoBi-Noroeste lo componen la Universidad Autónoma de Sinaloa como institución líder, así como el Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo, A.C. (CIAD), las universidades Autónoma de Chihuahua (UACH), Autónoma de Ciudad Juárez (UACJ), de Sonora (UNISON) y Juárez Autónoma de Tabasco (UJAT), así como el CICESE.
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Muchas gracias. ?Como puedo iniciar sesion?